Textos publicados e inéditos, incluyendo material gráfico y desgrabaciones de conferencias, entrevistas en televisión y radio, etc.

Proyecto LAS QUINTAS DE SARANDÍ

Instituto de Políticas Públicas
Director del proyecto: Mario Rabey

Diagnóstico preliminar

Localización de la zona de intervención

La zona de intervención del proyecto está ubicada dentro del área central-sur de la Región Metropolitana, en la costa del Río de la Plata, y en la faja de influencia directa de la Cuenca Matanza-Riachuelo, subcuencas de los arroyos Sarandí y Santo Domingo. Pertenece a la localidad de Avellaneda. Dista unos seis kilómetros del núcleo central de la Ciudad de Buenos Aires (Plaza de Mayo) y unos tres kilómetros de la desembocadura del Riachuelo. Ocupa un polígono con una superficie de aproximadamente 420 has. Tiene la forma de un trapecio, de aproximadamente 1.700 m por 2.300 m, con el lado menor coincidiendo con la ribera del Río de la Plata (límite NE). Los otros tres bordes son: el arroyo Sarandí (NW), la autopista Buenos Aires – La Plata (SW) y el arroyo Santo Domingo (SE).


Quintas de Sarandí: un espacio verde con gran valor patrimonial (para este punto y el siguiente, ver también Rabey 2006)

La zona de las “Quintas de Sarandí” es prácticamente el único relicto del gran agro-ecosistema periurbano de la ciudad de Buenos Aires, tal cual existió durante el siglo XIX y, en muchos casos, hasta bien entrado el siglo XX . Establecido en una porción del hoy casi desaparecido ecosistema natural de la Selva Marginal Costera del Paraná - Plata, es el producto de la transformación agrícola de dicho ecosistema por parte de inmigrantes del norte de Italia (particularmente de la región de Génova), quienes trajeron sus ricos conocimientos y prácticas campesinas. Aplicando esos conocimientos y prácticas, organizaron allí un sofisticado y original sistema de canales para riego y navegación. El uso de los canales para riego permitió el establecimiento de una importante superficie de pequeñas fincas agrícolas campesinas periurbanas, que fueron durante décadas una de las fuentes principales de aprovisionamiento hortícola para la ciudad de Buenos Aires. Además, se estableció allí una importante agroindustria artesanal vitivinícola, que le dio una marca identitaria a la zona –que se conserva hasta el presente-, como la productora de los buscados vinos de la costa, una actividad que se ha conservado, aunque cada vez más deteriorada, hasta el presente. Los canales fueron también usados para la navegación en pequeñas embarcaciones a vela y remos, que permitían transportar personas y bienes entre las Quintas y el puerto de La Boca. Este uso fue abandonado completamente a mediados del siglo XX, con el desarrollo de las vías terrestres de comunicación.


Degradaciones del paisaje cultural

Las importantes perturbaciones ambientales producidas en toda el área a causa de la degradación de la Cuenca Matanza-Riachuelo, como es bien sabido, se potenciaron exponencialmente a partir de comienzos del período económico de sustitución de importaciones (décadas de 1930 y 1940). En este período, la zona de las Quintas recibió dos grandes conjuntos de impactos. Por un lado, los provenientes del vertiginoso deterioro de la calidad de las aguas del Riachuelo y de los cursos de los arroyos Sarandí y Santo Domingo. Por otro lado, el impacto –si bien algo menor que el anterior en términos materio-energéticos, importantísimo en términos de pérdida de información eco-cultural -, producido por la instalación y consolidación del Polo Petroquímico del Dock Sud. El primer conjunto de impactos consistió en un deterioro muy grave en la calidad de las aguas utilizadas para riego en las Quintas –proveniente del Río de la Plata y de ambos arroyos-, al punto tal que hizo cada vez más difícil el cultivo de hortalizas, porque se debió utilizar casi exclusivamente para este fin el agua de lluvia, con lo cual la zona fue perdiendo su principal ventaja, la disposición de agua para riego en gran abundancia, no sujeta a variaciones estacionales. También llevó a una situación crítica la producción de uva para vino, si bien sigue existiendo una superficie variable de viñas en las Quintas. El segundo conjunto de impactos consistió en un fuerte aislamiento de la zona, que terminó de completarse con la construcción del Acceso Sudeste desde el Puente Nicolás Avellaneda y, más tarde, con la primera fase del relleno de tierras por el CEAMSE, en Villa Domínico.


Situación actual: potencialidades y conflictos

La implementación del Plan Integral Matanza-Riachuelo permitirá –en el mediano plazo- una gradual recuperación de la calidad de las aguas. En cuanto a la situación generada por el Polo Petroquímico y el CEAMSE, también es previsible un mejoramiento gradual de la situación. Esta perspectiva, combinada con la persistencia del paisaje cultural de las Quintas –incluyendo importantes manchones del ecosistema natural Selva Marginal Costera-, constituye la principal potencialidad intrínseca de la zona de intervención para su inclusión en proyectos de desarrollo sustentable y, en particular, para la creación de un espacio verde de importantes dimensiones, incluso en referencia a la escala metropolitana . El agro-ecosistema conserva los grandes patrones que tuvo en su apogeo hacia 1930 –y que son claramente visibles en las imágenes satelitales y las fotos aéreas-. La población actual, relictual del sistema sociocultural campesino ya mencionado, que se sostuvo hasta mediados del Siglo XX, sigue conservando algunas prácticas tradicionales de manejo del suelo y del territorio. Pero en los últimos años, se ha instalado un nuevo conflicto socio-ambiental en la zona, centrado en la práctica de recibir en la zona una gran cantidad de los residuos provenientes de demoliciones de viviendas antiguas del centro y sur de la región metropolitana, una situación que se ve incrementada por el auge en la construcción de los últimos años. Trasladados en contenedores abiertos sobre pequeños camiones, con guinche, son depositados en gran cantidad sobre los suelos de las parcelas locales, lo cual puede representar un ingreso monetario relativamente importante para varios pobladores. El relleno se ha venido realizando sin control, y no parece haber estado sujeto a ninguna regulación ni –mucho menos- planificación. Pero durante los últimos dos años, la Municipalidad ha organizado el volcado de materiales inertes en la costa, actualmente muy degradada, en lo que puede ser, si se toman los recaudos necesarios, una manera de obtener tierras apropiadas para la recreación pública costera, como ya ha sucedido en varios Municipios ribereños de la zona norte del área metropolitana, especialmente en Vicente López y San Isidro.


Material fotográfico y ubicación satelital del área

Puede consultarse en las páginas Panoramio de Mario Rabey: http://www.panoramio.com/user/596826/tags/Las%20Quintas%20de%20Sarandí

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